miércoles, 3 de febrero de 2010

Trastornos Alimentarios


Los disturbios alimentares en la vida de María


María tiene diecinueve años. Hace tres años que sufre de anorexia y bulimia. A los quince años comenzó a vomitar e ingerir laxantes y diuréticos sin parar. Nadie nunca se dio cuenta pues estaban todos demasiado ocupados con sus vidas para ver que algo grave se pasaba con ella. Fue a diversos médicos que le dijeron que tenía gastritis. Comenzó un tratamiento que no resultó hasta que estuvo internada durante dos semanas en el hospital porque nadie conseguía descubrir lo que había de errado con ella. Hizo varios exámenes médicos y el diagnóstico continuó a ser lo mismo. Fue evaluada por la Psicóloga del Hospital que dijo que no era una enfermedad psicológica. Fue a unos 20 médicos hasta que su médico actual le diagnosticó la anorexia. María no inducía los vómitos, pero como se sentía tan culpada por comer, acababa vomitando sin darse cuenta de lo que realmente se estaba pasando. No soportaba comer. Llegó a quedar tres días sin comer. Solo comía una gelatina. Su estómago le dolía mucho. Incluso llegó a vomitar sangre varias veces para estar segura de que no tenía nada en su estómago. Le duelen mucho sus huesos y la cabeza, todo a causa de la anorexia. Empezó ya a hacer terapia 2 veces por semana y pesa 51 Kg., lo normal para sus 1,62m, pero ya llegó a pesar 39 kg. Ahora María dice que tiene fuerza física suficiente para combatir la bulimia, a pesar de vomitar ocasionalmente. Todavía no acredita realmente que pueda curarse. Ella piensa que se morir nadie se va a importar, pues se siente sola y abandonada. Come diversos chocolates al día como si esta fuera la única manera de tener algo “dulce” en su vida. Y solo se siente peor con eso. Pero alguna cosa en su íntimo no le dejó desistir de la vida hasta hoy. Decidió que va a curarse y quedar buena de una vez por todas.

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