miércoles, 10 de febrero de 2010

Mi amigo el gordito.

Esta historia se la quiero dedicar a mi amiga Clara, a continuación os voy a relatar para que entendáis como se sentía ella y como era su día a día, para que comprendamos todos como las personas que tienen un complejo se sienten, sufren y a veces es tan grave que no saben como salir ni ellos, ni sus familias para poder ayudarles.Mi mejor amiga se llama Clara, tiene 16 años al igual que yo y tiene un problema de obesidad desde hace 6 meses aproximadamente. Clara era una chica muy sociable y sobre todo una buena amiga. Hace 6 meses Clara sufrió una gran depresión, se refujiaba en la comida no paraba de comer en todo el día chucherías, dulces, chocolates... con el paso del tiempo Clara se daba cuenta de que su peso iba aumentando cada día más y más.El problema era cada vez peor, la comida era un refugio para ella, para sus miedos y para su ansiedad, era la única manera que tenía para sobre llevarlo.Su familia y amigos cada vez estábamos más y más preocupados, pero no encontrábamos la manera de ayudarle.Yo lo intentaba por todos los medios, hablando con ella, invitándola a casa, a salir... pero ella como que no avanzaba.Un día su familia sin saber que hacer, la llevaron a un médico que se dedicaba a tratar el trastorno de la comida.Clara puso muchísimo de su parte e iba saliendo de la depresión poco a poco pero su peso disminuía.Hasta que un día todos los compañeros de clase fuimos de viaje, entramos en un restaurante para comer y nos dispusimos a sentarnos, pero Clara al tener mucho peso rompió la silla y cayó al suelo. Todos se rieron de ella y se sintió muy avergonzada, tanto que rompió a llorar cuando todos la contemplaron tirada en el suelo, yo me limité a ayudarla y decirle que no se preocupara pero ella cada vez se sentía peor.Pasaron las semanas y su madre me pidió que fuera a su casa que no quería ni salir ni ver a nadie. Hablé con ella y le dije: Clara las personas que te queremos de verdad te vamos a seguir queriendo tal y como eres así que no te preocupes. Clara rompió a llorar de nuevo y con un fuerte abrazo me aseguro que nunca más se volvería a sentir mal y me agradeció eternamente la amistad que teníamos.Hoy en día ella sigue siendo mi mejor amiga y la ayudo en todo lo que puedo y gracias a mi apoyo esta perdiendo peso tal y como ella quería.Como veis esta historia tiene un final feliz pero en el mundo entero hay personas que se sienten tan mal con ese problema que no lo superan, bien porque no tengan a nadie que los apoye o porque se hunden tanto que no ven salida ninguna e incluso mueren por ello.Por eso antes de meternos con alguien por el hecho de tener kilos de más , lo pensemos y recapacitemos en como se siente esa persona. Pues algunos se sienten feliz con ellos y otras les causa una enfermedad.

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