lunes, 22 de febrero de 2010

La comida en Madrid

Hola. No podia hacer el trabajo sobre los anorexicos y los obesos porque iba a Madrid con mi curso y olvidaba que debemos que hacer este trabajo.
Voy a hablar de la comida espanola en madrid :
- Comia paella en un restaurante que era muy bonita !
- Comia tortilla en la familia de acogida, me gustaba !
- Y tapas con mis amigos en la Gran Via que estaban maravillosos.
Entoncés, me encontaba la comida espanola en Madrid !

jueves, 18 de febrero de 2010

Los niños con sobrepeso aumentan cada vez más y más en Bulgaria y en el Mundo. Conozco algunos niños que tienen ese problema, pero no puedo contar en detalle en su vida.
Una de estos niños es la nieta de una colega de mi madre. La chica se llama Ana-Maria y tiene 10 años, pero pesa más de lo que se debe.Ella tiene una voz increíble y canta muy bien, pero está acomplejada por su aspecto. Recientemente había un concurso que se llamaba ¨la mejor voz¨ o algo semejante y Ana quería participar, pero en el último momento ella dijo que no! Y no participó por sus kilós. Sus compañeros de clase se burlaban de ella y la discriminaban y cuando la ví por primera vez ella me pareció demasiado tímida y no quería hablar mucho. Eso sería lastima porque Ana-María tiene talento que no debe echarse a perder.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Mi amigo el gordito.

Esta historia se la quiero dedicar a mi amiga Clara, a continuación os voy a relatar para que entendáis como se sentía ella y como era su día a día, para que comprendamos todos como las personas que tienen un complejo se sienten, sufren y a veces es tan grave que no saben como salir ni ellos, ni sus familias para poder ayudarles.Mi mejor amiga se llama Clara, tiene 16 años al igual que yo y tiene un problema de obesidad desde hace 6 meses aproximadamente. Clara era una chica muy sociable y sobre todo una buena amiga. Hace 6 meses Clara sufrió una gran depresión, se refujiaba en la comida no paraba de comer en todo el día chucherías, dulces, chocolates... con el paso del tiempo Clara se daba cuenta de que su peso iba aumentando cada día más y más.El problema era cada vez peor, la comida era un refugio para ella, para sus miedos y para su ansiedad, era la única manera que tenía para sobre llevarlo.Su familia y amigos cada vez estábamos más y más preocupados, pero no encontrábamos la manera de ayudarle.Yo lo intentaba por todos los medios, hablando con ella, invitándola a casa, a salir... pero ella como que no avanzaba.Un día su familia sin saber que hacer, la llevaron a un médico que se dedicaba a tratar el trastorno de la comida.Clara puso muchísimo de su parte e iba saliendo de la depresión poco a poco pero su peso disminuía.Hasta que un día todos los compañeros de clase fuimos de viaje, entramos en un restaurante para comer y nos dispusimos a sentarnos, pero Clara al tener mucho peso rompió la silla y cayó al suelo. Todos se rieron de ella y se sintió muy avergonzada, tanto que rompió a llorar cuando todos la contemplaron tirada en el suelo, yo me limité a ayudarla y decirle que no se preocupara pero ella cada vez se sentía peor.Pasaron las semanas y su madre me pidió que fuera a su casa que no quería ni salir ni ver a nadie. Hablé con ella y le dije: Clara las personas que te queremos de verdad te vamos a seguir queriendo tal y como eres así que no te preocupes. Clara rompió a llorar de nuevo y con un fuerte abrazo me aseguro que nunca más se volvería a sentir mal y me agradeció eternamente la amistad que teníamos.Hoy en día ella sigue siendo mi mejor amiga y la ayudo en todo lo que puedo y gracias a mi apoyo esta perdiendo peso tal y como ella quería.Como veis esta historia tiene un final feliz pero en el mundo entero hay personas que se sienten tan mal con ese problema que no lo superan, bien porque no tengan a nadie que los apoye o porque se hunden tanto que no ven salida ninguna e incluso mueren por ello.Por eso antes de meternos con alguien por el hecho de tener kilos de más , lo pensemos y recapacitemos en como se siente esa persona. Pues algunos se sienten feliz con ellos y otras les causa una enfermedad.

Mi amiga es anoréxica.

Mi amiga es anoréxica:

Verónica, mi amiga, es anoréxica, hoy está en una sala del hospital en la UCI, la familia y sus amigos estamos muy tristes y preocupados por ella.
Verónica es una chica muy guapa, simpática, buena estudiante y sobre todo buena amiga. Nos conocemos desde pequeñas de nuestro barrio, jugábamos a las muñecas, a maquillarnos con las pinturas de mi madre; éramos muy presumidas, ella más que yo, eran momentos muy buenos y felices.
Poco a poco la vida pasaba, nosotras ya no éramos niñas, habíamos pasado a ser unas adolescentes, cada una con nuestros gustos, con nuestras manías, pero siempre las dos juntas y buenas amigas.
Empezábamos a tontear con los niños, cada una teníamos nuestro preferido. Según ella un día encontró su príncipe azul, aunque yo la verdad no la creía. Él se llamaba Jorge y a mí no me gustaba para ella porque lo veía un chico un poco prepotente y creído.
Verónica se fue despegando de mí, ya no era la misma, Jorge la influenciaba mucho y la absorbía totalmente. Yo quería estar más tiempo con ella como siempre, pero ella su tiempo libre lo empleaba con él. Eso a mí me dolía pero en el fondo lo entendía, al fin y al cabo él era su “novio”.
El tiempo pasó, y al poco tiempo nos llegó la noticia de que Jorge estaba con otra nueva chica engañando a su vez a Verónica. Ella era la chica que tenía el tipo de 10 de la clase, la que todos los niños deseaban de estar con ella: alta, guapa y delgada. Verónica comprendió que, como yo tantas veces le advertí, Jorge, no era de fiar, pero a su vez sentía unas ganas tremendas de gustarle de nuevo y de estar con él. Ella hasta llegó a sentir envidia de la nueva novia de Jorge e intentaba igualarla en lo máximo posible.

Ella lo pasó muy mal, yo estuve a su lado como siempre ayudándola a que no recordara tanto a Jorge y a que intentara comprender que el no merecía la pena.
Verónica con el tiempo se repuso, al menos era lo que yo creía, pero cada vez yo la veía más apagada, más delgada, más cansada en clase….
Me puse en contacto con su madre, y le pregunté si tenía algún problema en su casa con la familia; su madre me contó que ella también la había notado muy distante con ella y con constantes malas contestaciones y broncas, además de eso había notado que comía menos y que como yo le había comentado tenía un físico diferente al de siempre, pero que no se debía a problemas familiares.

Cuando su madre me lo contó decidí hablar con ella, me puse muy nerviosa porque no sabía como iba a reaccionar, pero tomé aire y le pregunté:
-¿Verónica, que te ocurre? Soy tu amiga así que confía en mí y te ayudaré en todo.
-¡Es que acaso no lo notas! Me contestó furiosa
-Estoy gorda.
Yo me quedé sorprendida, porque yo no compartía esa opinión le contesté:
- ¡Tu que vas a estar gorda! No seas tonta si estas muy guapa
- Si Cristina, me miro al espejo y me veo super gorda.
Yo intente por todos los medios que me escuchara pero fue imposible.
Verónica estaba cada vez más delgada y con menos fuerzas, había perdido en los dos últimos meses 20 kilos casi. Su familia no sabia ya que hacer, su pelo era cada vez más fino y se le caía, se desmayaba al hacer gimnasia en el instituto…la situación empeoraba cada vez más. (Tenía anorexia)
Verónica había sido ingresada varias veces, los médicos le hacían entender que el hecho de que no comiera le podía perjudicar gravemente su salud, que poco a poco si no comía si iría debilitando y le tendrían que entubar la comida para poder salvarle la vida.
La anorexia es una enfermedad muy peligrosa que se da mayoritariamente en la adolescencia, se trata de un trastorno nervioso de la alimentación que se puede deber a muchas cosas. La de Verónica era debido a que quería tener un cuerpo 10 como el de la novia actual de su ex novio. En la televisión se presentan mujeres con ese tipo que muchas veces hacen las personas que tienen dos o tres kilos de más llegar a estas enfermedades porque piensan que se obsesionan con el físico y no piensas en el valor interior de cada persona que es lo que de verdad importa.
Verónica, tras dos meses en el hospital se salvó de esta enfermedad tan terrible, pero le dejo grandes secuelas en su organismo. Todos pusimos mucho empeño en que ella volviera a ser la misma chica que antes y afortunadamente se recuperó. Esta historia tiene un final feliz pero hay otras historias que acaban muy mal desgraciadamente.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Trastornos Alimentarios


Los disturbios alimentares en la vida de María


María tiene diecinueve años. Hace tres años que sufre de anorexia y bulimia. A los quince años comenzó a vomitar e ingerir laxantes y diuréticos sin parar. Nadie nunca se dio cuenta pues estaban todos demasiado ocupados con sus vidas para ver que algo grave se pasaba con ella. Fue a diversos médicos que le dijeron que tenía gastritis. Comenzó un tratamiento que no resultó hasta que estuvo internada durante dos semanas en el hospital porque nadie conseguía descubrir lo que había de errado con ella. Hizo varios exámenes médicos y el diagnóstico continuó a ser lo mismo. Fue evaluada por la Psicóloga del Hospital que dijo que no era una enfermedad psicológica. Fue a unos 20 médicos hasta que su médico actual le diagnosticó la anorexia. María no inducía los vómitos, pero como se sentía tan culpada por comer, acababa vomitando sin darse cuenta de lo que realmente se estaba pasando. No soportaba comer. Llegó a quedar tres días sin comer. Solo comía una gelatina. Su estómago le dolía mucho. Incluso llegó a vomitar sangre varias veces para estar segura de que no tenía nada en su estómago. Le duelen mucho sus huesos y la cabeza, todo a causa de la anorexia. Empezó ya a hacer terapia 2 veces por semana y pesa 51 Kg., lo normal para sus 1,62m, pero ya llegó a pesar 39 kg. Ahora María dice que tiene fuerza física suficiente para combatir la bulimia, a pesar de vomitar ocasionalmente. Todavía no acredita realmente que pueda curarse. Ella piensa que se morir nadie se va a importar, pues se siente sola y abandonada. Come diversos chocolates al día como si esta fuera la única manera de tener algo “dulce” en su vida. Y solo se siente peor con eso. Pero alguna cosa en su íntimo no le dejó desistir de la vida hasta hoy. Decidió que va a curarse y quedar buena de una vez por todas.